Mujer, cinco pétalos hay en tu vida
y en una rosa un capullo se lleva el otoño
y apenas el día te amanece
ya están tus pétalos bañados de llovizno.
Naces y como capullo en flor, el fruto
fragua del mismo rocío que riega tu cuna
y en acordes con el frío que empaña el sol
se devela bajo las espigas solitarias de trigo.
Creces y el tinte de un rojo en tus pétalos
te dice que ya eres mujer y los pájaros irán por tus ojos
latiendo por el mundo bajo la luna llena
y barriendo las miradas de lágrimas serenas.
Alumbras y los hijos que viste se van
y tu vientre vacío suelta los lazos que alumbras
desnudando sus bocas de tus pezones marchitos,
yerma como los óvulos que se van alados en torbellino.
Envejeces y el viento va secando tus hojas
y las hojas grises la lluvia las moja y
en un manto de escarcha por la noche hendida
te hablará el silencio del desvelado olvido.
Mueres y ya en la nada te miras y ríes
que en una rosa un capullo se lleva el viento
y aquel canto madrugador de la vida
te anuncia su despedida oculto tras las sombras.
y en una rosa un capullo se lleva el otoño
y apenas el día te amanece
ya están tus pétalos bañados de llovizno.
Naces y como capullo en flor, el fruto
fragua del mismo rocío que riega tu cuna
y en acordes con el frío que empaña el sol
se devela bajo las espigas solitarias de trigo.
Creces y el tinte de un rojo en tus pétalos
te dice que ya eres mujer y los pájaros irán por tus ojos
latiendo por el mundo bajo la luna llena
y barriendo las miradas de lágrimas serenas.
Alumbras y los hijos que viste se van
y tu vientre vacío suelta los lazos que alumbras
desnudando sus bocas de tus pezones marchitos,
yerma como los óvulos que se van alados en torbellino.
Envejeces y el viento va secando tus hojas
y las hojas grises la lluvia las moja y
en un manto de escarcha por la noche hendida
te hablará el silencio del desvelado olvido.
Mueres y ya en la nada te miras y ríes
que en una rosa un capullo se lleva el viento
y aquel canto madrugador de la vida
te anuncia su despedida oculto tras las sombras.
Antología La Voz de la Palabra (2008) SEOL Editorial, España.
RPII N° 509734
2 comentarios:
Mravilloso ciclo ser mujer
pero aqui
volvamos un ratito a la infancia
Hola .............
Aqui un jueguito para sentirnos nuevamente en la infancia
lo termine recién
Ella es así,adorable,
pese a ser redondita .
Desfilan por tenerla
aunque se muestra siempre fría,
ansían poseerla cada día.
Rueda entre manos que la toman
le dan calor, pero igual sigue siendo fría
hacen cola para conseguirla,
tampoco es sincera
muestra su cara,escondiendo la otra,
ella se llama...
..................
completa
Bello poema, Lilia. Me alegro encontrarte también por este espacio.
Un beso
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