viernes, abril 17, 2009

HIJO










Acurrucado en mis lágrimas,
que estériles de tanto pensarte,
me humedecen el alma.

Ya no sueño con el retorno
de tu silueta silenciosa, que mira desde la noche,
cómo el tiempo ha barrido tus hojas.

Ay, ¡este viento no se lleva mi congoja!
Y cada vez que miro mis manos
anhelo ceñirte y arroparte en mi seno.

Yo sigo esperando tu mirada de niño
y en el umbral de tu morada impasible,
el olvido se vuelve más lento.

Antología ParqueMapocho (2009)

sábado, abril 04, 2009

Otoño en San Juan









Hoy


el otoño me habla de letanías,
barridas por las hojas
y mientras las estepas silencian sus clamores,
el viento carcome las rocas
con sus lágrimas milenarias.